
Los relatos en El último plato de la vajilla se debaten en lo nefasto, pero también en lo alentador. Además de enfrentar la guerra y el terrorismo sus personajes experimentan otras formasa de violencia: la violencia de las desigualdades, la violencia sobre las conciencias, la violencia de la resignación y la violencia del silencio; fuerzas mucho más destructivas de lo que muchas veces imaginamos.