A veces se llega a grande y se entiende a la madre... a veces no. A veces duele entender las razones. A veces no hay razones para conciliar, desmenuzar los partos y el dolor de las estrellas que pujan y nacen en cadaa parpadeo. Nada explica a la desprotección. A veces se compplen cuarenta y cuatro años, y es en ese momento que todo tiene sentido, o no.